A continuación el discurso integro del Presidente Danilo Medina.
Honorable Señor Presidente de la Asamblea Nacional
Reinaldo Pared Pérez,
Señor Ex-Presidente
Dr. Leonel Fernández,
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Honduras,
Don Porfirio Lobo Sosa;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Haití,
Don Michel Martelly;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Panamá,
Don Ricardo Martinelli;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Colombia,
Don Juan Manuel Santos;
Excelentísimo Señor Presidente de la República de Surinam,
Don Desire Delano Bouterse;
Su Alteza Real Príncipe de Asturias,
Felipe de Borbón;
Excelentísimo Señor Primer Ministro de la República de Haití
Don Laurent Lamothe
Excelentísimo Señor Primer Ministro de Curazao
Don Gerrit Francisco Schotte
Honorable Señor Vicepresidente de la República Taiwán,
Dr. Wu Den Yih;
Honorable Señora Primera Vicepresidenta de la República de Perú,
Marisol Espinoza Cruz;
Honorable Señor Vicepresidente de la República Costa Rica,
Don Alfio Piva Mesén
Honorable Señor Vicepresidente del Consejo de Estado de la República de Cuba,
Don Esteban Lazo Hernández
Honorable Señora Vice Primer Ministra de Georgia,
Eka Tkeshelashvili
Honorable Señor Gobernador de Puerto Rico,
Don Luís Fortuño;
Excelentísimo Señor Secretario General de la Organización de Estados Americanos,
Don José Miguel Insulza;
Excelentísimo Señor Secretario General Iberoamericano,
Don Enrique Iglesias;
Honorable Señor Secretario General de la Integración Centroamericana,
Dr. Juan Daniel Alemán;
Su Excelencia Reverendísima
Arzobispo Luigi Blanco
Enviado Extraordinario en Misión Especial
de Su Santidad Benedicto XVI;
Su Excelencia Reverendísima,
Monseñor Joseph Wenseslowsky;
Nuncio Apostólico de su Santidad;
Excelentísimos Señores y Señoras Jefes de las Misiones Especiales y de Organismos Internacionales; Miembros del Cuerpo Diplomático y Consular acreditados en el país.
Invitados Especiale
Excelentísima Señora Vicepresidenta de la República,
Dra. Margarita Cedeño de Fernández;
Su Eminencia Reverendísima Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo y Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez;
Honorable Señor Presidente de la Suprema Corte de Justicia,
Dr. Mariano Germán Mejía;
Honorable Señor Presidente del Tribunal Constitucional,
Dr. Milton Ray Guevara;
Honorable Señor Presidente de la Junta Central Electoral,
Dr. Roberto Rosario Márquez;
Honorable Señor Presidente del Tribunal Superior Electoral
Dr. Mariano Rodríguez
Honorable Señora Presidenta de la Cámara de Cuentas,
Licelott Marte de Barrios;
Honorable Señor Presidente de la Cámara de Diputados y
Vicepresidente de la Asamblea Nacional,
Lic. Abel Martínez Durán
Honorables Señores Senadores y Diputados,
Miembros de la Asamblea Nacional.
Excelentísima Señora Primera Dama de la República,
Cándida Montilla de Medina;
Mi Padre,
Don Juan Pablo Medina
Altos Funcionarios Civiles y Militares,
Señoras y Señores
Estoy aquí, de pie, ante Dios, ante mi pueblo, ante los representantes de la democracia dominicana y ante la comunidad internacional para decirles que no puedo imaginar un mayor honor que haber sido elegido presidente de mi país.
Y para decirles, también, que no hay compromiso más trascendente para un hombre público que el de jurar defender y dignificar su patria y su gente, bajo cualquier circunstancia, ante cualquier desafío.
Por eso, con el corazón lleno de júbilo y el alma llena de coraje y firmeza, que me comprometo a entregar lo mejor de mí para lograr el mayor bienestar para mi pueblo y la mayor grandeza de mi Patria.
Hoy, más que nunca, dejo de pensar y sentir como un individuo para pensar y sentir como un colectivo.
Hoy, cambio mi alma de individuo por el alma colectiva de mi pueblo; hago de mi cuerpo una extensión del cuerpo de la República y siento en mi sangre su energía vibrante, indivisible e indestructible.
Por eso es importante primero inclinarme humildemente, agradecido ante Dios.
Pedirle que me mantenga siempre en el camino de la justicia, del amor, de la humildad, de la compasión y del equilibrio.
Pedirle que nunca me deje llevar por la soberbia, el odio, la frialdad, la insensibilidad, la vanidad, la arrogancia y la prepotencia.
Agradecer, también, a mis padres, a mi esposa y mis hijas, porque ellos supieron comprender y acompañar los sueños y las luchas de este servidor.
Agradecer a mi partido, que creyó en mí, me acompañó y trabajó sin descanso para que yo estuviera aquí.
Agradecer también a los partidos aliados y el Sector Externo.
Y, por supuesto, mi agradecimiento es infinito hacia mi pueblo querido, que creyó en mi mensaje, me acompañó por las calles y, finalmente, me eligió como presidente de todos, absolutamente de todos los dominicanos y dominicanas.
A todos les digo, bien alto y bien fuerte, para que se escuche: Me entregaré por entero, trabajaré sin descanso, seré un presidente de todas las horas, seré un servidor de ustedes en cuerpo y en alma.
Quiero que mis primeras palabras sean estas:
¡Lograremos, sin miedo y sin descanso, lo que soñamos!
Superaremos las dificultades que se presenten. Haremos una República Dominicana más grande y más respetada en el mundo.
¡Seremos una nación más unida!
¡Entregaremos a nuestros hijos un país aún mejor que el que nosotros hemos recibido!
El amor a la Patria, que late en todos nuestros corazones, lo transformaremos en el amor de los Hechos.
Dominicanos y Dominicanas:
¡Ha llegado el momento!
¡Manos a la obra!
¡Manos a la obra, sin descanso, sin mezquindades y sin reservas!
Yo sé que este es el sueño íntimo e insobornable de todos los dominicanos; tanto de los que me honraron con su voto, como de aquellos que eligieron otras opciones.
Así que, compatriotas, tenemos el éxito asegurado porque todos estaremos unidos en esta tarea.
Esta es una hora solemne, porque la transición pacífica de un Presidente a otro, ambos electos por la voluntad popular libremente expresada, es una conquista de nuestro pueblo.
Hoy renovamos esa conquista, reconocida por todos los sectores de nuestra sociedad y por la comunidad internacional, ante la más calificada representación de nuestra ciudadanía, reunida en esta Asamblea Nacional.
Esto constituye una inequívoca manifestación de la madurez democrática alcanzada y de nuestra convicción de que la soberanía reside en el pueblo.
Solo la voluntad popular ha de instaurar regímenes y gobernantes legítimos en el suelo de nuestra patria. Pero nada surge de la nada.
Tenemos sólidas bases arraigadas en lo más profundo de nuestra historia. El 16 de agosto del año 1863, con el acto que conocemos como el Grito de Capotillo, patriotas constituidos en un ejército con limitados medios, descrito como harapiento por Pedro Bonó dieron inicio a la épica jornada de la Guerra de La Restauración.
Una lucha, que el profesor Juan Bosch calificó como “la página más notable de la historia dominicana”, y que culminó en 1865, con el retiro de las autoridades coloniales de la isla, restableciendo nuestra independencia. Ellos son los padres de nuestra democracia, porque sin independencia y libertad no existe nada.
Sin independencia no hay Patria.
Hemos conocido el salvajismo de la tiranía y la pesadilla de la represión.
Hemos mordido el fruto amargo de la opresión, que nos privó de todos los derechos, de todos los bienes, de todas las ilusiones y de todas las esperanzas.
Pero, cada vez que el porvenir de la República, o de nuestro pueblo, se ha visto ensombrecido, el Grito de Capotillo ha vuelto a resucitar.
Gracias a Dios ya no tenemos más caudillos, ni patrones, ni amos. Tenemos, una República Dominicana refundada sobre bases más sólidas y un pueblo maduro, con líderes políticos que han sabido construir más y más democracia.
En esta solemne ocasión, permítanme rendir algunos homenajes de admiración y respeto:
Como no podía ser de otro modo, hoy quiero pronunciar en alto el nombre de quien fue nuestro maestro: Juan Bosch.
Líder e inspiración fundamental de nuestra democracia contemporánea, paradigma de liderazgo ético y moral, luchador incansable por liberar a nuestra patria del atraso, la miseria y la desigualdad social.
La Historia de los pueblos y de las naciones se construye con grandes ejemplos. Seres humanos que sobrevuelan la realidad con una mirada única para desbordarse en pensamiento, acción y entrega. Juan Bosch, mi maestro y el de muchos dominicanos y dominicanas, es sin duda, uno de ellos.
Don Juan: usted ya no es un nombre en la historia dominicana. Es el aire, el agua y la tierra de la patria.
Quiero que sepa que sus esfuerzos no han sido en vano y que este su discípulo será un gobernante digno de su memoria.
A través de Don Juan, reconozco y rindo homenaje también a todos los líderes de nuestra historia, antigua y reciente, que han aportado sus luchas, esfuerzos y sacrificios, para fortalecer la conciencia ciudadana, la organización y participación social.
Aquellos, que con sacrificio han luchado por la defensa de nuestra soberanía, y la conquista de los derechos y libertades públicas, que hoy disfrutamos. La memoria y el ejemplo de los héroes y mártires de nuestras conquistas democráticas, estarán siempre presentes en nuestros actos de gobierno.
Y entre esos líderes, no puedo dejar de destacar, especialmente, a nuestro Presidente saliente, Dr. Leonel Fernández.
Nosotros cosecharemos su siembra, porque grandes han sido los avances alcanzados, compañero Leonel, bajo su mandato, grandes reformas y transformaciones se han realizado. Sobre esas bases construiremos.
Ahora, nuestro deber es mirar hacia adelante, encontrar nuevos caminos, fortalecer lo que nos deja de positivo su gestión, enmendar lo que aún no está bien y, sobre todo, asumir con audacia los desafíos, es decir, hacer lo que nunca se ha hecho.
Señoras y Señores,
Yo no hice una campaña electoral vacía, no vine aquí movido por el ansia de poder, sino por el compromiso inquebrantable de servirle a mí pueblo.
Por eso, aproveché la campaña electoral para poner en el debate nacional los temas clave para el crecimiento del país.
Recorrí varias veces el territorio nacional para transmitir mi propuesta programática, casa por casa, para decirles exactamente lo que haría como Presidente. Ustedes abrieron de par en par las puertas de sus casas para escucharme.
Los convoqué como candidato, y ahora los convoco como presidente, para que luchemos por cosas muy concretas:
- Para disminuir, de forma contundente e irreversible, la pobreza absoluta en nuestro país.
- Para acabar con el analfabetismo.
- Para disminuir la desigualdad entre las personas y las regiones.
- Para implantar un nuevo modelo de desarrollo, que tenga como base, más oportunidades, más innovación, menos burocracia y más defensa ambiental.
- Para mejorar nuestra educación, nuestra salud y nuestra seguridad ciudadana.
- Para construir un país más moderno, libre, justo e independiente, con democracia plena, con instituciones sólidas, defensa de los derechos humanos y absoluta libertad de expresión.
- Para construir un país ético y transparente, basado en la meritocracia y en el combate implacable y vigoroso, a todas las formas de impunidad.
Ese es el noble apretón de manos que compartí con todos los dominicanos y dominicanas.
Ese es el compromiso que hoy juro solemnemente honrar durante los próximos 4 años.
Se lo dije muchas veces: Juntos comenzamos a construir este sueño que parecía imposible, y juntos, desde hoy y durante los próximos cuatro años, vamos a hacerlo realidad.
Sepan, estén seguros hoy, en el solemne día en que soy ungido presidente, que trabajaré incansablemente para cumplir y hacer cumplir mi propuesta programática.
Aquello que les dije en las calles es lo que haré desde mi primer día en el Palacio Nacional. Tienen mi palabra de que así será.
Dominicanos y Dominicanas; Honorables Miembros de la Asamblea Nacional,
Al juramentarme como Presidente, soy consciente de las dificultades y riesgos, que vive actualmente nuestro planeta. Sé que la situación económica nacional e internacional amerita grandes esfuerzos de cambio; que la ciudadanía está impaciente, por los beneficios que la democracia, no siempre, ha sido capaz de hacerles conocer y disfrutar.
Pero también, sabemos del enorme potencial de nuestro país. Conozco de lo que somos capaces. Sé bien, que no hay obstáculo que no pueda ser superado cuando nos unimos y empujamos juntos una agenda común. Podemos ser alegremente optimistas.
Hoy, como Presidente, les convoco a trabajar juntos, todos y todas, sin exclusión alguna, de índole política, religiosa, étnica o social, para sentar las bases de un nuevo modelo de desarrollo que nos asegure que continuará creciendo la prosperidad, al mismo tiempo que se reducen las desigualdades, la pobreza, la exclusión social y mejora de la calidad de vida de toda la ciudadanía.
Los invito a trabajar juntos para continuar lo que está bien, corregir lo que está mal, y sobre todo para atrevernos a hacer lo que nunca se ha hecho.
Hoy tenemos los instrumentos para lograrlo:
Por un lado, la Constitución de la República, proclamada en enero del 2010, un marco común, actualizado, que nos define como un Estado Social y de Derecho.
Por el otro, la Estrategia Nacional de Desarrollo, cuyo horizonte temporal es el año 2030.
En ella tenemos una perspectiva de mediano y largo plazo para actuar en el presente. Con metas claras y consensuadas, con lineamientos estratégicos, que enmarcan la gestión pública y privada.
Afirmo entonces que, arropado por nuestra Carta Magna y por la Estrategia Nacional de Desarrollo, nuestro Programa de Gobierno será la hoja de ruta, que nos guiará por los próximos 4 años, que nos encaminará a hacer realidad la visión de país que hemos consensuado y que fue refrendada por el voto de nuestro pueblo.
Amigos y Amigas,
La experiencia contemporánea muestra que los países cuya economía ha crecido de forma más rápida, justa y equilibrada, fueron aquellos que probaron que la mejor política de desarrollo es el combate frontal contra la pobreza, ampliando, fortaleciendo y defendiendo el nivel de vida de las clases medias.
Nuestra principal prioridad será, por un lado, disminuir considerablemente la pobreza absoluta en nuestro país. Y por otro, disminuir la gran desigualdad social.
Y lo haremos. porque incorporar los más necesitados a la economía y a las políticas públicas, como también, incrementar y defender a las clases medias, no es solo algo moralmente correcto. Es, también, políticamente indispensable y económicamente acertado.
En este solemne momento en que asumo mi responsabilidad como Presidente de todos los dominicanos y dominicanas, llamo a todos los sectores de nuestra sociedad a concertar un Gran Pacto Social para que en los próximos 4 años logremos sacar de la pobreza a un millón y medio de personas y engrosar las clases medias, para generar 400,000 nuevos puestos de trabajo dignos y mantener un crecimiento del PIB de, por lo menos, 4.5% promedio anual.
Este Pacto Social deberá sustentarse, a su vez, en por lo menos tres pactos específicos, dando cumplimiento a lo establecido en la Estrategia Nacional de Desarrollo:
- En primer lugar, un Pacto fiscal.
- En segundo lugar, un Pacto por la educación, para hacer posible un sistema educativo incluyente y con calidad.
-Y, en tercer lugar, un Pacto por la electricidad, que facilite una reforma integral en el sector y la superación de la tragedia de deficiencias, que afecta nuestra economía y la calidad de vida de nuestras familias.
Amigos y Amigas,
Sin educación, no hay verdadera libertad.
Sin un servicio eléctrico continuo, eficiente y de calidad no hay competitividad productiva y nuestras posibilidades de crecimiento se ven seriamente comprometidas. Y sin un sistema tributario justo, transparente y sostenible no podremos alcanzar nuestros planes de desarrollo y justicia social.
Por tanto, pueden ustedes ver con claridad, que hemos venido a tomar con decisión los temas fundamentales de nuestra querida Patria.
A nombrarlos con todas las letras y a trabajar decidida e incansablemente para resolverlos. ¡Tienen mi palabra de que así será!
Me propongo a convocar, durante mis primeras semanas de gobierno, a todos los sectores nacionales para que, juntos, acordemos soluciones definitivas a los problemas que vienen deteriorando la calidad de vida y limitando nuestro potencial de desarrollo e inclusión social.
Con este loable fin, reactivaremos el Consejo Económico y Social y convocaremos a todos los sectores interesados de la sociedad a participar activamente en este gran esfuerzo de concertación. Sin embargo, no haremos una convocatoria como ésta, sin antes dar ejemplos ante toda la sociedad.
Queremos entusiasmar, queremos motivar, queremos comprometer a todos los sectores y eso sólo será posible si mostramos decisión y voluntad de cambio sobre las prácticas del Estado.
En la familia, en las relaciones humanas y en la política el ejemplo es el acta de fe fundamental.
Yo que siempre he sido un jefe de familia amantísimo, pero exigente, seré un jefe de estado firme, austero, pero amoroso.
Amoroso con los buenos, los honestos y los humildes.
Implacable con los deshonestos, los oportunistas, y los soberbios.
Yo les aseguro, que desde la Presidencia de la República, garantizaremos la transparencia, elevaremos la calidad del gasto público y avanzaremos firmemente, hacia una gestión pública austera, cada vez más profesional y efectiva.
Pactaremos con la sociedad, una reforma fiscal integral, que asegure elevar la calidad del gasto y, a la vez, garantice la disponibilidad de recursos, para impulsar las tareas del desarrollo.
No hay misterios en estas cuestiones.
Vuelvo a repetir: el ejemplo organiza la energía social y activa el compromiso de los ciudadanos. El ejemplo consolida la íntima conciencia social y alerta a los deshonestos y venales de que no existen actos sin consecuencias.
Nuestro gobierno será intolerante con actos de deshonestidad o de despilfarro de los recursos. Fortaleceremos los instrumentos institucionales para su prevención, corrección y sanción.
Desarrollaremos un sistema de consecuencias que reconozca a quienes cumplan meritoriamente con sus deberes, pero que sancione de manera ejemplar a quienes puedan traicionar la confianza de la ciudadanía en el manejo de fondos públicos.
Aplicaremos un enfoque integral y aseguraremos una gestión coherente y claramente direccionada, que articule las políticas sociales y las económicas, con una gestión pública eficiente, transparente y honesta.
Amigos y Amigas,
Lo dije durante la campaña:
Yo quiero cambiar el rostro de los dominicanos y dominicanas.
Yo quiero pintar una sonrisa de felicidad, surgida desde lo más profundo de sus corazones.
Por eso, voy a gobernar para nuestra gente, con el oído siempre puesto en el corazón del pueblo, y colocando a las personas en el centro de todas las políticas.
Porque solo así vamos a romper el círculo vicioso entre pobreza y subdesarrollo.
Sólo así vamos a iniciar un círculo virtuoso, de mayor desarrollo de las capacidades, de equidad social, de crecimiento económico y sobre todo, y más importante, un círculo virtuoso de felicidad para nuestro pueblo.
Para garantizar este objetivo reestructuremos el Gabinete Social como espacio de Coordinación de todas las políticas y programas sociales del gobierno, que serán una prioridad en nuestra gestión.
Por otra parte, reorganizaremos al conjunto de dependencias públicas, que ejecutan iniciativas de protección y asistencia social para reducir solapamientos y duplicaciones, y para asegurar un mayor impacto y direccionalidad.
Bajo esta dirección, articularemos 3 poderosas iniciativas, destinadas a lograr resultados de impacto:
En primer lugar, el Programa Solidaridad, de transferencias condicionadas y focalizadas, será fortalecido. Incluiremos al menos 200,000 nuevas familias en el Programa Solidaridad, en nuestro periodo de gobierno.
A este programa, uniremos la exitosa estrategia Progresando, desarrollada bajo el liderazgo de la ahora Vicepresidenta de la República, Dra. Margarita Cedeño de Fernández, y ambas, las articularemos con las políticas activas de empleo y con las estrategias y proyectos de desarrollo local.
Además, quiero anunciar aquí la creación de una nueva iniciativa:
El programa Quisqueya sin Miseria, que inicialmente pondrá especial énfasis en las poblaciones más vulnerables, con los propósitos de reducir la pobreza y las desigualdades sociales, promover y defender la economía familiar y contribuir a la seguridad alimentaria y nutricional del país.
El programa Quisqueya sin Miseria promoverá y fortalecerá, tanto la organización en asociaciones y cooperativas, como las alianzas con otros sectores de la economía; en particular, con el turismo y las pequeñas y medianas empresas industriales; al mismo tiempo que fomentará la defensa y conservación de la naturaleza.
Sus estrategias de trabajo se basarán en la coordinación de esfuerzos de múltiples ministerios y órganos del Estado, con iniciativas del sector privado empresarial y de organizaciones sociales.
Invito a todos y todas a impulsar el desarrollo de una clase media del campo. Vamos a hacer de nuestro sector agropecuario, un motor de desarrollo. Vamos a hacer de la Solidaridad, una gran fuerza productiva.
Así pues, la iniciativa Progresando, junto al programa Solidaridad y el programa Quisqueya sin Miseria, conformarán tres ejes fundamentales de nuestra estrategia, para reducir la pobreza y la desigualdad social.
Son programas que, además de dotar a los beneficiarios de subsidios de servicios de salud, de educación, de mejoras en sus viviendas y en sus comunidades persiguen el desarrollo de capacidades para salir del círculo vicioso de la pobreza.
Nuestro propósito es que las familias reciban la solidaridad de la sociedad y del Estado y, de esa forma, desarrollen sus potencialidades y aprovechen las oportunidades para incorporarse al mercado laboral.
Señoras y Señores,
Una de nuestras primeras acciones de gobierno será declarar la eliminación del analfabetismo como alta prioridad nacional.
Tenemos que sentir como una ofensa nacional, social y personal, que existan hermanos y hermanas esclavizados por la ignorancia.
Estamos recibiendo el apoyo técnico de la UNESCO y de países hermanos, que han realizado con éxito esfuerzos similares. El próximo 8 de septiembre, Día Mundial por la alfabetización, presentaremos al país el Plan para una gran movilización nacional, un esfuerzo conjunto del Estado y de la sociedad, con el que queremos lograr que, en dos años, el 8 de septiembre del 2014, nuestro país pueda ser declarado y reconocido internacionalmente por la UNESCO, como territorio libre de analfabetismo.
Desde este momento, invitamos a todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, a ser protagonistas de esta hermosa epopeya.
Organizaremos y capacitaremos legiones de servidores públicos y de voluntarios, que llegarán al último rincón de la patria para apoyar a nuestros hermanos y hermanas.
¡Vamos Compatriotas, que nadie se quede rezagado!
¡Llevemos el amor y la esperanza hechos letras a más de 700,000 dominicanos y dominicanas, que nos están esperando! ¡Será una victoria que recordaremos para siempre! ¡La educación es el nuevo nombre de la libertad!
La educación transmite, no solo conocimientos, sino también, una cultura, una forma de pensar y de comprender al mundo. Es la verdadera llave del desarrollo.
Por eso, haremos de la educación y de la generación de puestos de trabajo dignos, los ejes fundamentales de las políticas sociales y económicas del gobierno.
Hemos asumido y cumpliremos el compromiso de destinar el 4% del PIB para la educación preuniversitaria. Será un esfuerzo sin precedentes en nuestra historia, que conllevará necesariamente un fuerte reordenamiento de las prioridades y la calidad del gasto público.
Que nadie abrigue la menor duda: Honraremos nuestro compromiso.
A partir del 2013, la República Dominicana invertirá anualmente el 4% del PIB, para construir un sistema educativo incluyente, con calidad, orientado a la construcción de una ciudadanía solidaria y a la creación de empleos, como lo ha demandado nuestra sociedad, y como es necesario para avanzar hacia un nuevo modelo de desarrollo.
Queremos y trabajaremos para construir una fuerte alianza entre el Gobierno, el empresariado, y las organizaciones sociales, para hacer realidad esta meta y desarrollar un nuevo modelo educativo, que nos permita avanzar hacia una sociedad más equitativa y solidaria, una economía próspera, y una vida en armonía con el resto de la naturaleza.
Hemos diseñado, antes de tomar posesión, los lineamientos de inversión en el sistema educativo para los próximos 4 años, que presentaremos a la sociedad en el marco de las conversaciones para el Pacto Social, antes señalado.
Yo tengo fe en los niños y en los jóvenes de República Dominicana. Ellos pueden aprender y crecer en el conocimiento. No podemos condenar a generaciones futuras a la ignorancia, o a una pobre formación. No me cansaré de repetirlo: La educación es el otro nombre de la libertad.
Pero también, hay que decir su reverso, para que suene con más crudeza y nos sacuda: La ignorancia es el otro nombre de la servidumbre social y humana. Por eso digo, la educación es un llamado del corazón.
La fuerza, el empuje y la determinación que da el amor, es lo que hará que, todos unidos y solidarios, triunfemos en esta batalla contra la ignorancia y la formación deficiente.
En las próximas semanas, iniciaremos la reestructuración del Ministerio de Educación, para descentralizar funciones, que no son el centro de su misión, tales como la construcción de edificaciones, la alimentación y la protección social. Y para desconcentrar la gestión, acercando las decisiones y los recursos hacia los centros escolares.
La adjudicación de las aulas escolares se hará con total transparencia y estricto apego a la normativa, en materia de compras y contrataciones. Se promoverá la participación de constructores establecidos en los municipios, provincias y regiones, donde se construyan estas obras.
Igualmente, propiciaremos, siempre que sea posible, la participación de la pequeña y mediana producción local, en los programas de alimentación escolar, y en el suministro de bienes a los centros escolares, para que aporten al fortalecimiento del desarrollo local.
Estamos comprometidos a avanzar, desde hoy, en el cumplimiento y ampliación de la jornada escolar.
En el primer año de gobierno, construiremos 10,000 nuevas aulas, y en 4 años, llegaremos al menos a 18,000.
Desde el año escolar que está por comenzar, ampliaremos el número de escuelas con jornada extendida y, para el 2016, por lo menos el 80% de nuestros estudiantes de ciclo inicial y básico, estarán incorporados en jornadas de 8 horas, con un currículo enriquecido, maestros más calificados y ambientes educativos dignos y con los recursos necesarios para un buen aprendizaje.
Iniciaremos a partir de las experiencias preliminares, los procesos de certificación de los educadores, a fin de fortalecer la carrera docente y para elevar la valoración social de nuestro magisterio.
Queridas Dominicanas,
Ustedes, mujeres de nuestra Patria, saben bien que tengo un inmenso agradecimiento en mi corazón y un compromiso inquebrantable. Lo saben, especialmente aquellas dominicanas, que más necesitan del apoyo del Estado, las madres solteras, las desempleadas, las que menos tienen. Ese compromiso, pueden estar seguras, será cumplido.
Y por eso, a partir del año escolar que se inicia ampliaremos la cobertura de la educación inicial, y desarrollaremos un sistema de estancias infantiles institucionales y comunitarias con escuelas para padres y madres, destinadas a promover su formación e incorporación en el mercado de trabajo.
Nuestras madres solteras no estarán solas, nuestras familias más humildes, no estarán desamparadas. Y nuestras próximas generaciones romperán la cadena de la pobreza, gracias a la educación.
En las próximas semanas, daremos inicio a la reestructuración y al desarrollo de un Sistema Nacional de Formación Técnico Profesional, para fortalecer la empleabilidad, con especial énfasis en los jóvenes y las mujeres.
Queremos que nuestro sistema educativo, sea un nivelador social, no un reproductor de las desigualdades. Ese, será el eje central de la transformación económica y social, que necesitamos y lograremos en los próximos 4 años.
Señoras y Señores,
Otro eje central de nuestra política será garantizar el derecho a la salud de calidad para todos los dominicanos y dominicanas. No podemos permitir que este derecho constitucional siga siendo un lujo para muchas familias. No vamos a tolerar que la salud sea una cuestión de poder adquisitivo.
Por eso, pondremos en marcha un paquete de medidas destinadas a eliminar toda desigualdad en este ámbito.
En primer lugar, vamos a redoblar los esfuerzos por el desarrollo del Sistema de Seguridad Social.
Garantizamos que toda familia empobrecida, será incorporada al Seguro Familiar de Salud, antes de concluir el 2015.
Esto significa incorporar un millón trescientos mil (1,300,000) dominicanos y dominicanas de escasos recursos al régimen subsidiado de la seguridad social.
Vamos a eliminar todas las barreras que sean necesarias, hasta lograr el acceso universal y gratuito a la salud. Y debemos hacerlo juntos, como una decisión responsable y solidaria, conscientes de que solo garantizando los derechos fundamentales de toda la población, lograremos construir el país próspero que deseamos.
Desde ahora anunciamos que progresivamente se eliminarán los cobros directos a los pacientes en los hospitales públicos. Nuestro horizonte es que ninguna persona se vea privada de atención en los servicios públicos, por carecer de recursos.
Al iniciar el año 2013 crearemos un Fondo para Gastos Catastróficos en Salud, que contribuya a disminuir el impacto negativo de los gastos no cubiertos por el Seguro Familiar de Salud.
Vamos a erradicar la escena cruel de una familia arruinada por la enfermedad de uno de sus miembros, o la de un familiar que no puede recibir tratamiento por falta de recursos.
Además, impulsaremos un programa de acceso universal a medicamentos de calidad, con tres componentes:
Las Farmacias del pueblo, El programa para enfermos crónicos, y un Programa de alianzas público-privadas.
Durante el año 2013 pondremos en funcionamiento las nuevas Farmacias del Pueblo que sean requeridas para alcanzar la meta de tener, al menos, una en cada municipio.
Desarrollaremos la Red Única de Servicios Públicos de Salud, para fortalecer la oferta de servicios y eliminar duplicidades y costos administrativos.
Impulsaremos un agresivo programa de calidad en nuestros hospitales, e impulsaremos la descentralización. Además, la red de Atención Primaria, será transformada progresivamente en un modelo de Salud Familiar y Comunitaria, con mayor capacidad de resolución.
También hemos definido como prioridad el desarrollo de un sistema de urgencias de salud que será parte, a su vez, de un sistema integral de respuesta ante emergencias, en el que también trabajarán de forma coordinada los cuerpos de seguridad y el órgano judicial, entre otras instancias.
Honorables Asambleístas e Invitados,
La mortalidad materna y la mortalidad infantil, no obstante los grandes esfuerzos y logros de la administración anterior, por los cuales merecen nuestro reconocimiento, continúan siendo un reto nacional.
Desde hoy anuncio mi firme decisión de hacer frente a esta situación y de convertirla en una prioridad fundamental para nuestro sistema de salud.
Nos comprometemos a lograr que en 2015, la tasa de mortalidad materna haya descendido por lo menos a 50 por cada 100,000 nacidos vivos, y nuestra mortalidad en menores de un año será menor de 15 por mil nacidos vivos.
De la misma forma, impulsaremos el desarrollo y transformación de nuestro sistema de pensiones, con el objetivo de garantizar un retiro digno a nuestros mayores.
Y lo vamos a hacer, porque creo firmemente que es en acciones como ésta que una sociedad muestra sus verdaderos valores humanistas. Una sociedad con valores, una sociedad que ama y respeta a cada hombre y mujer de esta Patria no puede condenar a la indigencia y al desamparo, a sus envejecientes. No lo permitiremos, tienen mi compromiso de que así será.
Daremos inicio a las pensiones solidarias, aplicaremos un nuevo marco legal para las pensiones de reparto y propiciaremos la adecuada inversión de los Fondos de Pensiones, para beneficio de sus afiliados y de toda la sociedad.
Queridas Dominicanas,
Vuelvo a dirigirme ahora a todas ustedes para reafirmar las palabras que dije tantas veces durante mi campaña: Las mujeres tendrán un papel muy relevante en mi gobierno, el papel que les corresponde por derecho y que considero una obligación moral garantizarles. La equidad de género será un eje transversal presente en todas nuestras políticas.
Pero además estoy decidido a poner en marcha una serie de medidas dirigidas, específicamente, a mejorar las condiciones de vida de las mujeres y el respeto a sus derechos.
Paralelamente, vamos a desarrollar esfuerzos por la equidad de género y por la conciliación familiar, para facilitar el acceso de las mujeres a la vida laboral, sin renunciar a la crianza de los hijos.
Igualmente, asumimos la responsabilidad de desarrollar un esfuerzo integral para erradicar esa horrible lacra que nos avergüenza, que es la violencia familiar y de género.
Nuestra respuesta ante estos abusos es muy clara: Tolerancia Cero. Y ya hemos delineado planes integrales destinados a combatir este flagelo.
Implementaremos una respuesta coordinada del Estado en contra de la violencia de género y de la delincuencia juvenil: El programa “Vive mujer” instalará unidades de atención a las víctimas incluyendo guarderías para niños/as y adolescentes.
Además, se creará un cuerpo especializado para la protección y seguimiento de las víctimas. Reforzaremos las acciones de represión y sanción de los delitos de agresión, así como los sistemas de información que permitan monitorear y evaluar las intervenciones, además de reforzar las políticas y estrategias.
Ampliaremos los hogares, los centros de acogida y los programas de consejería para hombres agresores. Promoveremos la vida solidaria y la hombría responsable en el sistema educativo y propiciaremos el involucramiento comunitario en la prevención de la violencia familiar.
Amigas y Amigos,
No puedo dejar de hablarles de uno de los asuntos que más preocupa a nuestra población y que, sin duda, será tratado con la máxima responsabilidad y dedicación, por nuestro gobierno desde el primer día.
Me refiero a la Seguridad Ciudadana.
En este acto solemne quiero reiterar una vez más mi firme compromiso con la vida y la seguridad de nuestros hombres y mujeres.
No quiero un pueblo con miedo de salir a las calles, no quiero más jóvenes que pierdan la vida, ni más hogares destruidos por la violencia.
Y para lograrlo, en primer lugar, impulsaremos la Reforma Integral de la Policía Nacional, bajo el liderazgo del Ministerio de Interior y Policía.
Quiero una nueva policía para nuestro país, una policía moderna, en la que se respete el escalafón y el mérito.
Mejoraremos los salarios y los servicios de seguridad social a nuestros agentes, tal como les prometí durante la campaña. Les dotaremos de mejor equipamiento y transformaremos la academia, con formación continua y especializada, que permita a nuestros cuerpos de policía, dar una mejor respuesta a los ciudadanos.
Respaldaremos el recién creado Observatorio de Seguridad Ciudadana, como centro de recepción de información, para construir un mapa de la criminalidad en el país, y asumir acciones preventivas.
Desarrollaremos el programa “Vivir tranquilo”, para fortalecer los mecanismos de vigilancia policial en barrios de altos índices de conflictividad.
Este programa será acompañado de iniciativas de desarrollo local específico en materia de urbanismo, deporte, generación de empleos, asistencia social y educación, porque nuestro objetivo es hacer frente a la inseguridad desde un enfoque integral.
En los próximos meses, estaremos anunciando al país los detalles del funcionamiento del sistema integral de emergencias 911 destinado a proteger y asistir de manera efectiva a la población en todo tipo de situaciones de emergencia, ya sea por actos criminales, problemas de salud, incendios u otras causas.
Crearemos una central que atienda de forma rápida y efectiva cualquier emergencia. Vamos a darle a la población el servicio y la atención que merecen y, de esa forma, lograremos restablecer su confianza en las instituciones públicas.
Estoy decidido a ponerle fin a la impunidad en nuestro país, mediante la lucha decidida contra la criminalidad y la corrupción.
Respeto profundamente la autonomía del poder judicial.
Y desde ese respeto, promoveré en todas las instancias la cultura de la legalidad y la transparencia.
Vamos a fortalecer las capacidades del Ministerio Público en todo el territorio, tecnificando la investigación penal y la persecución del delito.
Además, en los próximos días pondremos en marcha la Dirección Nacional de Ética e Integridad Gubernamental, que sustituirá a la Comisión Nacional de Ética y Combate a la Corrupción.
Será el órgano responsable de fomentar los comportamientos éticos e íntegros en la Administración Pública. Tendrá potestad para investigar las denuncias de corrupción por el solo rumor público, citar, interrogar, requerir informaciones a entidades públicas y privadas y aplicar sanciones disciplinarias, sin perjuicio de las que correspondan al Régimen Ético y Disciplinario de la Función Pública y a la Cámara de Cuentas.
Además, esta instancia supervisará que los órganos con competencias en las acciones investigadas actúen con rapidez.
Hoy, quiero hacer especial énfasis en este anuncio, ponemos también en vigencia el Código de Pautas Éticas, que contribuirá a desarrollar y fortalecer el gobierno ético y moral que he prometido.
Un Código de Ética que suscribirán todos los servidores públicos al momento de ser designados en altos cargos, donde cada designado o designada asumirá un compromiso ante mí y ante la Sociedad Dominicana, a través del cual se establecen las normas básicas de comportamiento que aceptarán cumplir por el solo hecho de ser designados.
El primero en suscribir este Código seré yo, como muestra de mi firme compromiso con el pueblo dominicano.
Señoras y Señores,
Vamos a generar al menos 400,000 nuevos puestos de trabajo digno en los próximos 4 años, porque la generación de empleo digno será un eje fundamental del nuevo modelo de desarrollo.
Esa es una meta clave para avanzar hacia una nueva era de crecimiento económico y calidad de vida. Haremos de nuestra economía una máquina para generar puestos de trabajo dignos. Tecnología, financiamiento y mercados son las principales estrategias que aplicaremos, junto al fortalecimiento del clima de negocios.
Hemos diseñado estrategias que combinan el fortalecimiento de nuestro aparato productivo, el fortalecimiento de las capacidades de asociación y la creación de poderosos estímulos al emprendimiento y autoempleo.
Defenderemos la calidad de vida de las clases medias, manteniendo contenida la inflación y el costo de la vida y desarrollaremos servicios básicos de calidad, facilitando así la adquisición de viviendas en condiciones accesibles de financiamiento.
Las familias de clase media, deben saber que el Gobierno será su aliado, que respaldaremos sus esfuerzos por mejorar su calidad de vida y defenderemos su capacidad de producción y de consumo.
Quiero ahora dirigirme especialmente a los jóvenes, a aquellos que también unieron sus esperanzas a las mías y me eligieron como Presidente y a los muchos que prefirieron no votar y que desconfían de toda la clase política.
A esa juventud que siente y vibra por su país, que mira con indignación y frustración su título universitario, sin conseguir un empleo, que deambula hasta la fatiga, sin conseguir quien confíe en su buena idea de negocio y esté dispuesto a financiarla.
A ti, joven, que con razón te irritas ante la falta de oportunidades y que día a día te planteas la necesidad de un país más justo y de una institucionalidad pública más transparente y comprometida con servir al país.
A ti te digo, que es hora de movilizarse, de hacer de esa indignación una fuerza positiva.
De darle una oportunidad a tus ideas y a tus esperanzas porque, a partir de hoy, el gobierno será aliado de tus emprendimientos e iniciativas, el gobierno estará de tu lado, para acompañarte y apoyarte. Los invito a ser protagonistas, actores principales de la emoción de empujar nuestro país, hacia un nivel mayor y mejor de desarrollo.
Joven, nuestro país te va a ofrecer oportunidades para conseguir un puesto de trabajo, una trinchera desde donde puedes pelear con tus mejores energías, a favor de todas tus ideas. Te invito a renovar la esperanza. Joven dominicano, tu futuro está en nuestro país.
Mi compromiso es ofrecerte la oportunidad de comenzar y avanzar en la vida con seguridad, libertad, trabajo y realización personal. Vamos a construir juntos un país de oportunidades.
Dominicanos y Dominicanas,
Estoy decidido a que este gobierno haga historia por ser el gobierno que transformó e impulsó la mayor fuerza creadora de empleo de nuestro país, que no es otra que las micros, pequeñas y medianas empresas. En ese sentido, presentaremos en lo inmediato ante las Cámaras Legislativas el anteproyecto de ley que transformará el Ministerio de Industria y Comercio en un Ministerio de Industria, Comercio y Pymes.
Como parte del nuevo Ministerio se creará también la Dirección Nacional de PYMES, con el único propósito de implementar, en los próximos días, el Programa Integral de apoyo a las PYMES (MASPYMES) para el cual nos disponemos asignar, con el apoyo de la Unión Europea, mil millones de pesos (RD$1,000,000,000) de forma gradual.
Este programa tendrá presencia nacional, a través de una ventanilla virtual en la Red, pero además, presencia física en las 7 regiones productivas del país.
Así, pretendemos dar apoyo integral a todas las pymes nacionales.
El programa contempla asistir a más de 15 mil pequeños y medianos empresarios en los próximos 36 meses, apoyándolos con ayuda técnica y asesoramiento en materia de acceso a la información, mejora de la productividad, calidad, ahorro energético, mejora de procesos, innovación, exportación y uso de tecnología.
Además, en las próximas semanas iniciaremos un programa nacional masivo para simplificar la formalización legal de las micro y pequeñas empresas, basado en un sistema de ventanilla única que centralice todos los procedimientos requeridos en un solo paso y a bajos costos.
Crearemos las condiciones necesarias, para que las Pymes se aprovechen de los beneficios que les ofrece la Ley de Compras y Contrataciones Públicas, para que éstas, sean suplidoras importantes del Estado y de las grandes empresas. Para ello, en los próximos días, estaremos promulgando un decreto que modifica el reglamento de compras y contrataciones.
Estas iniciativas, por supuesto, irán acompañadas también por medidas destinadas a garantizar el financiamiento de este sector, que ha sido siempre su gran talón de Aquiles.
Para dar respuesta a esta necesidad, el Banco de Reservas pondrá en marcha diferentes instrumentos financieros.
En primer lugar, destinará cuatro mil millones de pesos (RD$4,000 millones) a las PYMES, con una cartera inicial de RD$1,000 millones, que será incrementada conforme a la evolución de la demanda de créditos.
Por otra parte, se creará un Fondo de asistencia Financiera a las Microfinanzas, en el que Banreservas aportará RD$300 millones y el Gobierno aportará la misma cantidad.
Con esta suma se concederán inicialmente 45,000 operaciones crediticias, tomando en cuenta que el monto promedio de microcrédito en República Dominicana oscila los RD$15,000.
Paralelamente, iniciaremos el programa Banca Solidaria dentro de corto tiempo, con recursos frescos para destinarlos a las familias pobres, especialmente a las mujeres jefas de hogar, con bajas tasas de interés.
Este programa persigue afianzar la inclusión financiera y al sistema productivo, que provocará una democratización del derecho al crédito, y la creación de capital social utilizando la metodología de grupos solidarios.
El banco iniciará con un capital de mil millones de pesos (RD$1,000,000,000), y en su primer año de operación se proyecta beneficiar a 75 mil personas.
Señoras y Señores,
Como sostuve siempre, el turismo será la locomotora del desarrollo nacional.
La meta de 10 millones de turistas al año es el objetivo principal que debemos alcanzar en la próxima década, mediante la ejecución de los programas y proyectos que hemos considerado prioritarios.
La legislación existente será adaptada a la realidad de los planes de desarrollo del gobierno y a la competencia regional. Crearemos las facilidades para atraer una nueva oleada de inversiones en el sector, al tiempo que canalizaremos nuevas opciones de financiamiento para estimular la inversión privada en la industria turística.
Más allá de la oferta de sol y playa tomaremos decisiones firmes para desarrollar en la práctica el concepto de multi-destino con amplia diversidad, incluyendo turismo comunitario, ecológico, de aventura, cultural, y otros, para lo cual, los ministerios de Turismo, Medio Ambiente y Cultura, entre otros, desarrollarán políticas conjuntas, articuladas con proyectos de desarrollo local.
Además, seguiremos desarrollando nuestra marca país, con un agresivo plan de mercadeo y, paralelamente, reforzaremos los mecanismos de seguridad en el sector.
Incentivaremos la Industria de Cruceros, desarrollando los proyectos que atraerán este mercado, con la finalidad de convertir a la República Dominicana en una opción de Puerto Madre (Home Port) del Caribe.
Dominicanos y Dominicanas que viven en el campo,
También nuestro sector agropecuario vivirá un renacer, porque estamos decididos a resolver problemas estructurales que les afectan, como el financiamiento, los seguros agrícolas y la propiedad de la tierra.
En primer lugar, impulsaremos el programa más ambicioso de titulación de tierras de la Historia de nuestro país, porque sabemos que ese es el mejor estímulo a la producción que podemos darle a nuestros campesinos.
Para lograrlo, anuncio hoy la introducción al Congreso Nacional del proyecto de ley que establece la Estrategia Nacional de Titulación de Inmuebles y crea la Oficina Nacional de Registro Inmobiliario.
Así, habilitaremos nuevas figuras para que los particulares puedan acceder al título con seguridad y mayor facilidad, de modo que la titulación definitiva de la vivienda y de la propiedad rural, sea un hecho en la República Dominicana.
Nuestra meta es alcanzar 150,000 nuevos inmuebles titulados en 4 años, para anular el fenómeno de la extralegalidad en 12 años.
Paralelamente, apoyaremos a nuestro sector agropecuario garantizando el acceso al crédito, facilitando fondos a través de la banca privada y de un Banco Agrícola renovado y fortalecido.
En cumplimiento de nuestra promesa de campaña, gestionaremos un aval del equivalente en pesos de mil millones de dólares (US$1,000,000,000) para asegurar el financiamiento al sector agropecuario, a través del sistema financiero formal e impulsar la reconversión productiva en las áreas que sean requeridas.
Además, reforzaremos el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) con el fin de canalizar crédito solidario blando para las pequeñas y medianas empresas familiares de origen agropecuario.
Esto nos permitirá fortalecer la economía familiar campesina, así como asegurar el autoconsumo y la generación de ingresos a las familias más vulnerables de la zona rural.
Adicionalmente, pondremos en vigencia la ley que crea el Sistema de Seguro Agropecuario de forma inmediata, mediante un aporte inicial del Estado de cien millones (RD$100,000,000).
Señoras y Señores,
Estoy decidido a hacer de la inversión pública un pilar del desarrollo, además de un ejemplo de transparencia y eficiencia.
Y para lograrlo priorizaremos, como nunca antes, aquellas inversiones que contribuyan a impulsar el desarrollo en las zonas más deprimidas del país. Me refiero a áreas como la electrificación rural, proyectos de agua y saneamiento o infraestructuras vinculadas a proyectos de desarrollo local.
Iniciativas que, además de permitir llevar el progreso a todos los rincones de nuestra geografía, nos permitirán crear miles de puestos de trabajo.
Nos proponemos concluir la construcción de todas las escuelas y establecimientos hospitalarios que están aún sin terminar, con el propósito de entregarlos a las comunidades. Y, además, dotaremos a todas las escuelas del Estado que sean posibles de un comedor para nuestros niños.
De la misma forma, daremos un impulso sin precedentes a la construcción de viviendas populares. Vamos a hacer todos los esfuerzos necesarios para reducir el déficit habitacional, que aún sufre nuestro país.
Quiero que las grandes mayorías populares de nuestro país tengan acceso a un hogar digno en el que puedan vivir felices y ver crecer a sus hijos.
En forma determinante, iniciaremos el mejoramiento y dignificación de las áreas más vulnerables a nivel nacional y, paralelamente, facilitaremos el acceso a la vivienda a las clases con ingresos bajos, medios bajos y medios. Asimismo, crearemos programas especiales de viviendas en beneficio de los servidores públicos.
Y si hablamos de infraestructuras, por supuesto, no puedo dejar de lado un tema crucial para nuestro país, que ya mencioné anteriormente y que necesita de una solución definitiva.
Me refiero al sector eléctrico.
Sin electricidad no hay desarrollo, es así de sencillo.
Parece mentira, que en la segunda década del siglo XXI tengamos que decirlo, y lo cierto es que no podemos esperar más para encarar con voluntad definitiva este problema.
Por eso, he decidido declarar al sector eléctrico de “Alta y Estratégica Prioridad para el Desarrollo Económico Nacional”.
Este gobierno tiene la determinación de trabajar en tres frentes fundamentales que requieren de una solución definitiva para poner fin ha la siempre y eterna crisis eléctrica:
En primer lugar, las altas pérdidas en las empresas distribuidoras, en segundo, la generación de bajo costo y por último, pero no menos importante, la regulación e institucionalidad del sector.
Nos proponemos firmar un pacto de largo plazo y cambiar radicalmente el esquema actual del subsidio.
En los sectores de menores ingresos crearemos cooperativas eléctricas para la comercialización de la electricidad y mantendremos el subsidio del Bonoluz focalizado solo para los estratos más desposeídos y hasta un máximo de 100 kWh/mes, utilizando para ello medidores prepago, para que los usuarios puedan comprar, al igual que lo hacen con el celular, la cantidad de energía que requieran.
En una segunda etapa de reformas, y siempre preservando el Estado la propiedad de las Empresas Distribuidoras, cuando se estime necesario, concesionaremos al sector privado la actividad de comercialización y subcontrataremos la instalación de contadores tele-medidos y un sistema de control, que permita detectar con precisión donde se producen las pérdidas.
Esta opción, ya está funcionando actualmente con bastante éxito en seis circuitos con un total de 30,000 usuarios, tanto en Edenorte como en Edesur.
Paralelamente, seguiremos mejorando las redes de distribución, dando prioridad a aquellas que se encuentran en condiciones de alto riesgo para la población.
Seguiremos modificando la matriz energética con el ingreso al sistema en el mediano plazo de 1,000 a 1,500 megavatios nuevos de bajo costo y de menor impacto ambiental, reduciendo la dependencia de combustibles altamente contaminantes y con precios sumamente volátiles.
Es tal la importancia estratégica que adjudicamos a esta área, que crearemos el Ministerio de Energía y Minas, como órgano encargado de la formulación, evaluación y control de las políticas estratégicas del sector energético de nuestro país.
Comenzaremos así a resolver nuestro tema eléctrico, con la firme decisión de sentar bases duraderas para solucionarlo definitivamente.
El siglo XXI no se detendrá por nosotros. Así que: compatriotas, ¡manos a la obra!
En materia de medio ambiente y recursos naturales, la meta principal será lograr que el agua sea clave para el crecimiento sostenible y el combate a la pobreza, y que sea fuente de vida y prosperidad.
Para esto, utilizaremos el sistema de Gestión de Cuencas Hidrográficas como eje central en el manejo sostenible de las tierras.
La política ambiental estará cimentada en los siguientes programas: Agua, Biodiversidad, Bosque, Calidad de Vida Urbana, Adaptación al Cambio Climático y Producción Más Limpia, Mercados Verdes, y Sostenibilidad de los Procesos Productivos.
Pero también propiciaremos, a través del Congreso, la aprobación de los anteproyectos de leyes de agua, saneamiento, recursos forestales, biodiversidad, seguridad de la biotecnología y pago o compensación por servicios ambientales.
Quisiera ahora, aquí en este momento, frente a nuestros ilustres invitados, dignatarios y representantes de países hermanos, a quienes agradezco una vez más su presencia, hablar brevemente sobre nuestras prioridades en materia de política exterior.
Ante ellos reafirmamos nuestro compromiso con el fortalecimiento de relaciones internacionales de respeto y beneficio mutuo. Somos amantes de la paz y promovemos la solidaridad, la tolerancia y el respeto a la diversidad, así como el derecho de todo pueblo a elegir y conducir su propio destino.
Valoramos y acompañaremos los esfuerzos de integración de América Latina, así como las alianzas y Pactos inter-regionales, que no significan simples acuerdos económicos, sino un verdadero esfuerzo de integración cultural y política.
Ya la historia nos está enseñando con claridad que integración es la palabra de los tiempos presentes y futuros. Por eso también, asumiremos y respetaremos los compromisos internacionales de nuestro país y agradecemos la cooperación solidaria que nos brindan.
Esta etapa global de la historia humana exige que nosotros superemos nuestra insularidad con una firme voluntad política y sigamos, por tanto, consolidando nuestra política exterior como herramienta clave para el desarrollo.
Nuestra política comercial, nuestra política de atracción de inversiones turística y cultural se sentirá en todo el mundo.
Como prometimos en la campaña, nuestros recursos humanos en el servicio exterior habrán de convertirse en agentes de oportunidades para todas las áreas enunciadas.
Esto conlleva una reestructuración del Ministerio de Relaciones Exteriores que incluya la institucionalización, profesionalización y racionalización del servicio exterior dominicano.
Merece especial atención para nosotros la relación armoniosa con nuestro vecino país Haití, con quien trabajaremos de inmediato en el inicio de la propuesta para la firma de un acuerdo de libre comercio.
No podemos olvidar que se trata de nuestro segundo socio comercial más importante.
En un sólo día de actividad comercial binacional, en la frontera de República Dominicana y Haití, se movilizan más mercancías que en todo un año de exportaciones a Centroamérica.
Por tanto, es necesario eliminar las condiciones anárquicas de este intercambio comercial entre nuestros países, creando puntos fronterizos modernos, seguros, y confiables.
No tengo dudas de que esta política traerá muchos beneficios para nuestros micros, pequeños y medianos empresarios, así como también a los trabajadores y trabajadoras haitianos y dominicanos. En definitiva, servirá al progreso de toda nuestra querida isla.
Paralelamente, me comprometo a crear una política migratoria clara y transparente, respetuosa de los Convenios Internacionales suscritos por la República Dominicana en materia de Derechos Humanos y Derechos de los migrantes y sus familiares.
Implementaremos la reglamentación de la Ley de Migración, aprobada en el año 2012, y el Plan Nacional contra la Trata de Personas y el Tráfico ilícito de Migrantes.
Perseguiremos sin descanso los hechos de corrupción de funcionarios y militares responsables de aplicar las medidas migratorias y aplicaremos todo el peso de la ley a quienes sean encontrados responsables de trata y tráfico de personas.
Hermanos dominicanos que viven en el exterior, pueden estar seguros, yo también seré su Presidente y velaré por sus necesidades.
Crearemos el Instituto de los Dominicanos en el Exterior, tal como lo prometí en campaña, para estar más cerca de las necesidades de nuestros compatriotas residentes fuera de nuestro territorio.
Honorables asambleístas, distinguidos invitados, pueblo dominicano,
Hemos delineado las líneas maestras de la que será nuestra gestión de gobierno.
El grito de Capotillo resuena nuevamente llamando a una ciudadanía activa y protagónica a la construcción de una sociedad más justa y mejor.
No queda más que decir. Solamente invitarlos al esfuerzo compartido que hoy iniciamos.
¡Manos a la obra, compatriotas!
Vamos a fortalecer la institucionalidad democrática.
Vamos, juntos, a pensar a nuestro país en grande, del tamaño de nuestros sueños como pueblo, del tamaño de la esperanza, del tamaño de nuestras potencialidades y de nuestras capacidades.
Que el pueblo dominicano diga conmigo: ¡Manos a la obra!
Que lo expresen los grandes, medianos y pequeños empresarios, los obreros, los profesionales, los chiriperos, los motoconchistas, las madres y padres de familia, que lo digan los agricultores, los jóvenes, las mujeres, todos y todas, hasta los niños, cuya tarea es estudiar, jugar y ser felices.
¡Pongámonos todos juntos manos a la obra!
Sepan que tendrán en nosotros a un Presidente, que pondrá en marcha las políticas de Estado que ustedes, dominicanos y dominicanas, están esperando.
No vengo a administrar simplemente el país, vengo a darle otro nuevo y fuerte impulso al progreso y la inclusión social.
No voy a negociar con la mediocridad, no voy a negociar con los deshonestos, no voy a negociar con el desgano.
El pueblo dominicano me ha dado una gran responsabilidad.
La responsabilidad de dar respuesta al deseo de cambio y de renovación, que late en sus corazones.
Yo no traicionaré esa aspiración. Yo, hoy más que nunca se lo digo, en la solemnidad de este acto de juramentación, vengo a hacer lo que nunca se ha hecho.
Dios es testigo de mi sinceridad.
Mi guía será aquella frase del Evangelio: “Por sus frutos los conoceréis”.
Por eso, desde ahora, hablarán los hechos.
Hoy comienza el lenguaje de las transformaciones tan esperadas y de las realizaciones concretas. Pongamos lo mejor de nosotros para concretar los sueños y aspiraciones, no sólo de las generaciones presentes, sino también, de las que vienen detrás.
¡Que viva la República Dominicana!
¡Que vivan los Padres de la Patria!
¡Que vivan los Restauradores!
Que la Divina Providencia nos ilumine.
¡Muchas gracias!
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